Resabios del capítulo anterior
- ¿Cómo estuvo?
- Bien qué se yo es medio extraño Jack. Parece buen tipo.
- A ver la foto que acompaña a la nota.
Diez segundos después.
El tiempo que dura un ser humano en ver una foto (en teoría) son tres segundos. Minga tardó siete más porque es Jack el que está estampado en el papel grueso de Revista de chicas.
- Es chiquita y difusa mejor coloca el nombre más grande y saca la foto.
¿Para vos es lindo Jack?
- No.
Fin de resabios
El despertador sonó igual que siempre; con el mismo eco y con igual ímpetu.
Salvo que el aparato dio un vuelco, trastabilló y quedó descansando patas para arriba haciéndole compañía a la radio.
Minga amaneció como todas las mañanas pero tenía ganas de hacer una sopa de letras, de armar y encajar piezas en un rompecabezas que tenía guardado en un armario doble puerta. En el trayecto que separa el dormitorio del baño recordó que se lo habían regalado para los quince. Mientras abría la canilla del baño supo que el obsequio había sido de un tío lejano.
Sin ganas de bañarse menos de secarse. Si hay algo que no le gusta es secarse; ni de seleccionar la chatitas, ni la camisita, ni el saquito.
Inconsciente. ¿Porqué a éste tipo de ropa agregas un ito o ita?
Respuesta al inconsciente. ¿Será que minimizo, será que no me importa?
Anexo uno - Será que tiene vitaminas, será que tiene proteínas, será que te crecen los dientes, serás un nene inteligente. La leche se toma con amor así creces como un león, y un y dos y tres. Un, dos, tres ¿qué tiene S… bebé tres?
Ni
Menos tenía ganas de levantar el brazo para que el colectivo se acerque al cordón, ni de decir: "uno veinticinco, por favor", ni que el sol le pegue descaradamente en la cara, ni de dar el asiento, ni de decir buenos días, ni de tocar el botón del ascensor, ni de saludar a Ana Elena, ni ganas de llamar al bar para almorzar. Nada que se parezca a un día de la vida estándar. Minga tenía ganas de tener Horas de mujer*
*Horas de mujer: Se dice de horas puntuales en dónde las mujeres hacen cosas de mujeres.
El trabajo de Minga no entraba en esas horas. Entonces llamo por teléfono.
Minga. Hola Ana Elena, ¿qué tal?
- ¿Quién habla ahí?
Minga. Trabajo en el escritorio número seis. Al lado de Jorge, el tesorero. Minga es mi nombre de pila.
Ana Elena. No te ubico, perdoname.
Minga. Te saludo casi todas las mañanas. Me encargo de hacer los test y de algunas secciones más sin importancia que las inventan sólo para vender un poco más. Sin contenido, sin relevancia Ana Elena corta el relato de Minga
Ana Elena. Acá me saludan todos pero ya la ubico. Usa mucho palazzo, ¿verdad?
Minga. Si uso palazzos. Llamo porque hoy no puedo ir a trabajar estoy trabada con una palabra en la sopa de letras y no me gustaría dejarla sola.
Ana Elena. Entiendo.
Minga. Gracias Ana Elena, hasta mañana.
Minga cortó antes que Ana Elena pueda despedirse.
Minga se sintió igual a cualquier persona que no va a trabajar cuando tiene que ir a trabajar. Empezó por dejarse el piyama, comió una compota de manzanas y se acordó el nombre del tío lejano que le había regalado el rompecabezas.
11 comentarios:
Mingui palazzos noooooooooooooooo!!! jajajajaj como me reí!!
que valor Minga faltaste!sentiste culpa? jajjaa
jajajja. que risas!!! estos relatos lavantan cualquier domingo a la tarde
soy Maru!!
Compota de manzanas, sopa de letras! que gustos antiguos los de minga! buenisimo el de hoy!
Buenisimo el motivo del faltazo, no dejar sola a la palabra de la sopa, me encantò. Minga sos lo màs.
feliz dia de los enamorados!!! jack no regalo nada?
Lo mejor la conversación entre Elena y minga!
qué tiene S bebe tres??!!!! EXCELENTE!
Sos sencillamente brillante Minga.
Qué bueno tener horas de mujeres!!!!
Bravo por Minga.
Bs
Fabi
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