Chinelas.

Una ronda de muchachotes y una botella de Villa del Sur naranja en el medio. Ellos de guardián. Ella, la Villa de Sur, en el medio como un trofeo.

Esto fue lo primero que vió con atención, después del día de.*

* Vamos a llamar día de. al día después del episodio en el supermercado.

Sin embargo, guarda un recuerdo indefinido del episodio o de la situación o del encuentro. Tampoco encuentra la forma de cómo llamarlo. Tampoco sabe como se llama.

Inconsciente. Pero esto ya empezó.

- ¿En qué momento? ¿No me di cuenta?

Inconsciente. En el mismo momento que encarabas para los lácteos.

El timbre hizo ding dong.

Plano detalle del ojo de Minga en el mirador de la puerta.

Minga. Oh. ¡Un masculino! ¿Qué necesitará?

10 segundos.

Minga. ¿Si? Casi gritando. Minga acerca la oreja a la puerta.

Cursi dijo yeah. Recomiendo un vaso, para escuchar mejor.

Abrió la puerta. Se encontró con una cara extraña. Esas caras que se olvidan en lo que tarda una pava en hervir. Cara de sin sabor. Era el encargado del edificio.

Inconsciente. ¿Decime cuál cuál es tu nombre?

Minga. Hola eh… (Gestos con el dedo pulgar y el dedo de corazón haciéndolos sonar) ¡Ay! Mmm. Eh…  

- Sandoval.

- Sandoval, si claro.

- ¿Hay otro simulacro de incendio? Me encantaría participar.

- No. Los simulacros de incendios los realizamos una vez al año para cumplir con la ley.

- Aha.

Silencio.

- ¿En qué lo puedo ayudar? Creo haber participado de la colecta para pintar la terraza.

- Si, eso va tomando su rumbo.

- Vine para hacerle una propuesta.

-¿Decente? 5 segundos. Risas exageradas.

Sandoval esbozo una pequeña sonrisa.

- ¿Quiere ser la administradora del edificio?

10 minutos. Ninguno de los dos habló.

- Piénselo. Buenas noches.

- Buenas noches Sandoval.

Minga olvidó rápidamente lo sucedido con Sandoval. Como quien olvida un partido de golf. Se sentó en la butaca de la cocina y se tiró hacia atrás.  

Inconsciente. Confianza en uno mismo.

Tomó de la botella un Dr. Lemon sabor vodka y depositó los pies arriba de la mesa.

Inconsciente. Relajamiento total, control absoluto y chulería.

Minga pensó en góndolas llenas de arroz y legumbres, en manteles blancos y en el sector lácteos. Pensó que la noche y la distancia hacen cavilar locuras. Y pensó en ellas; postularse a cajera en un supermercado, se imaginó a si misma sentada en la caja; ser degustadora de productos nuevos; en contratar a un detective para que siga a ojotas y pensó en comprarse ojotas nuevas; en almorzar en la sierras; en ojotas sacando la basura en su casa; en comer rabas y en comprar un par de zapatos para hombre.

Cursi dijo yeah. ¡Yeah!

Ahora no debo soñar, se dijo.

El teléfono hizo ring, ring, ring.  

Antes que acabe el día demos una vuelta- dijo Jack.