El cuadro se dividió en tres.
Primer cuadro. Cara del taxista. Cara de ojotas- momentáneamente lo vamos a llamar así, porque todavía no sabemos como lo apodaron sus padres- y de lado izquierdo la carita feliz de Minga.
La felicidad a Minga le daba ganas de llorar. Teniendo en cuenta esta reflexión, lloró mucho en su único ambiente. No podía creer ser feliz, eso duro en lo que tardó en darse cuenta que la felicidad no existía; que la dicha es inverosímil por excelencia, como dice Alan. Que en realidad son fragmentos, son minutos de tiempo en que uno piensa que es feliz. Por hoy dejamos acá este tema. No un punto final, sino un punto seguido. Esto de que lloró en el ambiente único pasó después de la escena del taxi. Entonces lo llamo flashforward.
Ojotas mira a Minga. Minga mira por la ventanilla. El taxista mira a una mujer que pasa por la senda peatonal. Los tres esperan que el semáforo de luz verde.
Inconsciente. Te haces la interesante mirando por la ventanilla, tendrías que hablar de algo. Es el momento.
Qué me hable él. Contestó un inconsciente externo que deambulaba por el aire y le pareció pertinente acotar.
- Señor, no prendió el reloj y tampoco nos preguntó a donde vamos
- Espero que me indiquen – dijo el taxista
- Siga por la avenida- dijo ojotas
- ¿A dónde me llevas?
Cursi dijo yeah. A la luna. (Dixit en una escena de la película Titanic)
- Vamos a mi casa.
- ¿Dónde queda su casa? Preguntó el taxista- y al mismo tiempo prendió el reloj que marcaba como base $5.66
- Je. (je: es una expresión que se usa como diciendo: “claro, usted tiene razón”) siga por la avenida y yo le voy indicando.
- Muy bien
- No me preguntaste si yo quería ir a tu casa. No sé, me parece que me tendrías que haber consultado si yo quería ir. Quizás yo no puedo ir a tu casa, quizás yo no quiero ir a tu casa, quizás pienso que sos un extraño, un psicópata suelto que me queres pasear por un cajero y sacarme todo mis ahorros.
Inconsciente. Te estás arriesgando. No exageres tanto.
- y que en realidad me estás siguiendo desde hace mucho tiempo.
Terminó de decir esto y balbuceó algo que ninguno de los tres entendimos- ni el taxista, ni ojotas, ni yo.
- ¿Qué dijiste al final de la oración? Dijo el taxista
- Al taxista: ¿Perdón? A ojotas: Quizás estoy viendo demasiados noticieros.
Inconsciente. Sacaste todo tipo de valor a tu monólogo anterior.
- ¿Te gustaría venir a mi casa?
- Si, claro- dijo Minga
- Disculpame, no escucho bien dijo el taxista- ¿dijiste que si?
- Dijo que si- Ojotas contestó
Y obviamente el semáforo hizo la transición de pasar de luz amarilla a luz verde.
- Onda verde- dijo el taxista atinadamente
- Je- se escuchó en el asiento de atrás
Ojotas pagó con treinta pesos, un billete de diez y cuatro billetes de cinco. Esperó el vuelto, el reloj marcaba $25.66. Le devolvieron cuatro pesos en dos billetes de dos. El taxista buscaba entre treinta y cuarenta centavos para terminar de dar el vuelto. La gente del asiento de atrás esperó, nerviosos. No por los treinta o cuarenta centavos, sino por lo que iba a pasar cuando bajaran del taxi. Se escuchó audio de monedas y así se terminó con el vuelto.
- Llegamos
- Ya veo- dice Minga
- ¿Querés subir?
Silencio.
- A mi casa, si queres subir a mi casa
- ¿Qué moneda te dio?
- Eh. Veinticinco centavos
- Cara subo, ceca me voy
Cursi dijo yeah. Hizo un cameo
- Dale
- Ahí va
Minga mira a la moneda. Ojotas mira a la moneda y el taxista, que está en la vereda de enfrente, espiando mira a la moneda.
8 comentarios:
Minga, ojo que ojotas no es Jacksito!
A mi tambien la felicidad me da llanto. Te banco minga!!
Ojala que la moneda caiga del lado de la cara, por favorrrr!!!
Ya está en el aire girando la moneda, y que sea lo que sea!!!! (comentario dedicado públicamente a "las mías")
Qué capitulo de Miga, entra directamente dentro de mi top five, de una!!! Qué momento!!
Minga... hacete desear un toque guachina!
minga te enamoraste!
no! no! no! el taxista lo mejor
Simplemente extraordinario.
Cursi dijo yeah me mata!
Espero ansiosa el próximo domingo,mirá la incertidumbre que nos produce una simple moneda.
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