Conocerás al hombre de tus sueños*

-          ¿Te conozco?

-          Góndolas, ricota, yogurt. Claro que me conocés.

-          ¿Sos el Sr. Coto?

-          Soy el que te busca todos los días en el supermercado.

-          ¿Nunca me encontraste?

-          Si, ahora te encontré.

Tres segundos de silencio incómodo.

El cuadro se dividió en tres. Primero entró Inconsciente y dijo que el amor era cursi. Después Cursi dijo yeah. dijo yeah y Espejo dijo que se había cansado de ver éste tipo de situaciones por todas partes.

-          ¿Cómo llegaste hasta acá?

-          No era mi intención encontrarte, te encontré sin querer

-          ¿Queriendo?

-          Queriendo**

Se miran y todo alrededor se transforma. Cuando hablamos de todo, es todo.

Los autos ya no son autos en movimiento son grandes objetos que quedaron quietos en el momento que pasan de cámara lenta al congelamiento, o sea que quedaron quietos pero en una situación o posición de movimiento. Una mujer que estaba pintándose los labios frente al espejo retrovisor quedo así, con ese gesto.  

-          ¿Para dónde vas?

-           Hasta la avenida, ¿vos?

-           También

-          Pero caminabas en sentido contrario

-          Si, pero me olvidé el pulóver en mi casa y parece que va hacer frío

-          ¿y estás en ojotas?

-          Siempre estoy en ojotas, me gustan

-          A mi también

-          ¿Las ojotas?

-          Que uses ojotas, me causa gracia

-          ¿Es bueno o malo eso?

-          No la pondría en ninguna de las dos categorías

Un señor quedó congelado cuando estaba subiéndose los pantalones y una chica se agachó para levantar la caca del perro.

-          Ni siquiera se como es tu nombre.

-          Minga

El chico de ojotas no podía dejar de reírse. Intentaba hablar pero no podía.

Minga estaba a punto de enojarse y se desvanecía el mundo idílico de ese momento.

-          No entiendo de que te reís, me parece que sos un pelotudo

El chico de ojotas se recompuso un poco.

-          Disculpame, por favor disculpame. No te enojes. No sé que me pasó. Es que me causa gracia que te llames Minga.

-          Si, me di cuenta. En realidad mi nombre es Dominga, desde que tengo cuatro años todo el mundo me dice Minga, siempre me gustó mi nombre, pienso que es simpático.

-          Si, muy simpático. Pero ¿Dominga? Risas de nuevo. Pero ahora se reían los dos. 

Inconsciente. A qué te dice que sos linda cuando te reís.

-          Que linda que sos cuando te reís.

-          Típico

-          ¿Qué?

-          Que, gracias.

Cursi dijo yeah. Te encantó lo que te acaba de decir.

- Me voy a tomar un taxi, podemos seguir charlando si vamos para el mismo lugar – dijo Minga

- Si, quiero.

Un niño quedó congelando cuando estaba a punto de largarse a llorar.

Pararon un taxi, con la mano debajo de los noventa grados. El colectivo se para con la mano más arriba, se para haciendo una seña con el dedo del corazón y el dedo índice, como haciendo una ve corta. Paró porque tenía banderita libre. Era radio taxi. Subieron y todo volvió a su “normalidad”. El taxi tenia radio Aspen. El señor taxista puso onn.

http://www.youtube.com/watch?v=YVkyrMn0POM

*Título de una película de un chico que se llama Woody Allen.

** Fragmento de una frase de Roberto Gómez Bolaños.