¿Cómo te fue en el trabajo?, ¿qué comiste anoche? ¿viste la peli que te dije?
Te copié el disco de Melero. Te mandé un mail anoche, ¿lo leiste?, ¿Usaste mi
bufanda?, me comí los chocolates que quedaron, riquísimos. Bueno, te paso a buscar.
A las cinco.
A las cinco.
Dale.
Dale.
Timbre. Timbre. Timbre.
- ¿No venías a las cinco? ¡Me estoy probando ropa!
Bueno. Espero abajo. Total no hace tanto frío. Me tomo un café en la esquina.
Hace como quieras.
Nadie contestó desde el portero eléctrico.
Cuarenta y cinco minutos después bajó Minga.
A las cinco menos cinco de la tarde pasó Ojotas, no fueron al zoológico, como habían quedado. Se quedaron en el monoambiente un día y medio.
Comieron. Jugaron con almohadas. Miraron la tele. Minga se baño. Ojotas se
baño. Minga y Ojotas se bañaron. Se preguntaron cosas como: ¿te fuiste a
Bariloche de viaje de egreados?, ¿mar o montaña?. Montaña, contestó Minga.
Mar, dijo Ojotas y también dijo que odiaba la montaña. A ninguno el importó.
Tomaron un té de frutillas y jugaron al ajedrez. Ganó Ojotas. Minga no sabía
jugar, hizo que sabía. Ojota se dio cuenta, no le dijo nada y se aburrió bastante.
Jugaron al tuti fruti. Ganó Minga por 350 puntos (contando letra). Era experta en ese juego.
Ojotas se fue al día siguiente; antes de irse por completo no le dijo que la había pasado bien, ni que fue un buen fin de semana, ni que quería repetirlo.
En el ascensor Minga se dijo que hubiera estado bueno eso. Pero así tampoco estaba mal.
Pensó en bañarse y en llamar a una amiga para contarle las novedades nuevas de su vida.
En la heladera había una nota que decía: chequea tu mail. En el mail decía que abra la heladera. Minga no entendía que estaba pasando. En el trayecto de la computadora a la heladera, se vió casada con cinco niños y que los niños salían de una pileta y se ponían ojotas . En la heladera decía: "estoy abajo. No me quiero ir. Ojalá que hayas visto éste cartel, sino voy a tener que tocar el timbre"
Minga saltó de la alegría y se pegó la cabeza con la alacena cuando estaba sonando el timbre.
8 comentarios:
Si te pegás la cabeza con la alacena, estas enamorado. Es ley.
Aaaaaaaaaayyy... "q lindo es estar hasta las manos" !!!! =P
(L@li!)
El amor el amor!!! POr suerte tocó el tiembre de Minga! Era hora!
(me mató el pensamiento de minga con sus cinco hijos ojotitas!)
Me encantó :-)
Que lindo el amor en invierno!
Minga se enamoró y es correspondido. una le tenía que salir bien! igual, que onda ojotas?
típico no fueron a ningún lado, igual el zoo no es tentador.
Que bueno, a decir verdad no esperaba ese acto de amor de Ojotas, me pareció brutt!!!!!!
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