Monopolio sentimental.

Capítulo anterior.


Minga. No me hagas reír Ojotas por favor, mira si voy a querer subir de nuevo a tu departamento con ese gato horrible, había un olor insoportable con las piedritas en el baño.
Ojotas. Ah, me pareció que la pasaste muy bien
Minga. Si, normal. Una noche más
Ojotas. ¿Queres subir de nuevo o no? No tengo problema
Minga. No, quiero tu número de celular.


Prip. La flaca le pidió el número de celular al pibe, él parece que se quedó helado, me parece que no sabe que decir, pobre pibe! Prip. Se rasca la cabeza, se agarra la nuca. A ella la tengo de espaldas, a propósito te digo que no vine nada mal de atrás. Flexiona una pierna, ¿qué hace?.


Ojotas se ríe.
Minga. ¿De qué te reís? No entiendo
Ojotas. No me vas a creer, pero no me acuerdo el número.
Inconsciente. Ah no! No! No! No! No!
La piba está como desorbitada. Hace un movimiento que no con la cabeza. Prip.
Minga. Generalmente empiezan con 15. 155 o 156. Y siete números más. Un celular es un aparato medianamente chico que tiene números, puede tener tapita o no. Tiene una pantalla donde se prende una luz cuando recibís llamados o mensajes, podes elegir la música de cómo queres que suene.
Inconsciente. Que buena forma de pasar esta situación, espejo y yo te felicitamos.
Ojotas. Jajaja. Seguro pensas que no te lo quiero dar, pero la verdad es que no me acuerdo el número. Hacemos algo: te paso mi mail. bermudas88@terra.com.ar. Escribime y me pasas el tuyo.
Minga. ¿Te lo hiciste en el verano al mail?. Risas sólo de Minga. Me voy, hablamos. Digo, nos escribimos.
Ojotas. Dale, cuidate.


¿Dale, cuidate? Que quiere decir eso. Que idiota.
Ojotas escuchó ésta última parte.
Mira si no se va acordar el número de celular. No lo puedo creer, si la pasamos bien; no hice nada raro. No le hablé de la madre, ni de pasar un domingo juntos, le dije que me encantaba el fútbol. Me encantan las carreras de autos. ¿A qué mujer le gustan las carreras de autos?. No hablé de una futura cita. Le dije que parecía intelectual (aunque había varios libros que dejaban algo que desear). Le hice creer que fue una de las mejores noches de mi vida. Lo único, que pudo haberle molestado es que me queje del gato. Ese gato horrible.
¿Usted que piensa señora, le pudo haber molestado eso?
Señora 1. No sé, querida.
¡Su mail es bermudas88! Creo que estoy enamorada de un imbécil. Si, me enamoré de un imbécil que usa ojotas, que no se acuerda de su celular, que tiene un gato y que el servidor de su mail es Terra! ¿Quién usa Terra? ¿Usted señor usa Terra?
Señor 1. No, Ciudad.
Corte a.
Minga llega al único ambiente. Deja las llaves, piensa en bañarse pero lo único que le queda de la noche es el olor a él, a su departamento. El olor que predomina es el del gato y el recuerdo de las piedritas al lado del inodoro.
Abre la computadora y escribe;
bermudas88@terra.com.ar
Bermudas, ojotas o como te llames. Como quedamos, te paso mi mail. Beso. Minga.


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