Buenos Aires unplugged.

- Veo, veo.
- ¿Qué ves?
- Una cosa.
- ¿Qué cosa?
- Una cosa maravillosa. 
- ¿De qué color?
- Color, color... verde.
- Verde. Mmm. El pasto.
- ¿El pasto? Malísimo. No.
- ¡Callate! El cartel de publicidad. 
- ¿Cuál?
- El que pasamos hace un rato. 
- Jajajaja. ¡No sabés jugar Minga!
- Si sé. El porta discos. 
- No es verde. Es marrón. 
- Es que no te dije, soy daltónica. 
- Jajajaja. ¡Dale!
- Bueno, bueno. ¡El auto!
- No.
- Mmm. Ahhhh. Uhhhh. Ehhhh. 
- Jajajaja. 
- Jajajaja. 
- ¿Y?
-  Las letras de tu remera blanca que tenés en el bolso. 
- No la traje. 
- ¿No la trajiste?
- Quedó en el tender, que es tuyo.
- No hablemos de ese día. 
- Mejor no. 
- ¿Y?
- Me aburrí. Ahora veo yo. 
- Bueno. 
- Veo, veo
- ¿Qué ves y de qué color?
- No te puedo decir lo que veo Ojotas. Y es de color blanco. 
- Los redondeles de las vacas.
- Jajajaajaja. No. 
- Las líneas de la ruta.
- No.
- Tu remera o el vaso. 
- No y no.
- Las nubes. 
- ...
- ¿Son las nubes? Soy una genia.


Minga grita desesperadamente. Ojotas se tapa lo oídos y se ríen. 


Ojotas maneja el auto de su abuelo. Minga va de co-conductor, de copiloto, de acompañante, de compañera, entre sus tareas están las de cambiar los discos, elegirlos, poner play y cantar. 
Ofrece caramelos, los pela y toma precauciones ruteras como; ¡guarda, estamos en doble línea amarilla! o ¡el máximo es 60 km! Pregunta si no es incómodo manejar con ojotas, Ojotas dice que sí y cambian de lugar, ahora maneja Minga y las tareas de Ojotas son cebar mates, pelar un caramelo, cambiar la música y ver un mapa. 

- Veo, veo
- ¿Qué ves?
- Un cartel
- ¿Qué dice?
- Bienvenidos a Uruguay. 


Ojotas también contó a las personas que toman mates. Lleva 50 y recién entraron a la ciudad.