En una ciudad balnearia un joven granjero toma un refrigerio.
Escribió Minga en un post-it y lo pegó en el espejo del baño, cada vez que se lavaba la cara se reía a carcajadas y se libraba rápido y fácil de la hinchazón de la cara de la mañana. Como se reía con tantas ganas también evitaba el color verde amarillento de la cara matinal, y se convertía en color rosa. Pensó en ofrecer post-it a las empresas de cremas, con algunos de estos pensamientos. Anotó algo más en la lista de ideas- porque la lista de ideas se divide en dos columnas, en las que se llevarían a cabo en algún momento y en la columna de ideas a regalar, o sea, esta columna consta de ideas que son buenas pero que no se anima a gestionar.
Ojotas y Minga o Minga y Ojotas se tomaron un tiempo para pensar.
cri cri. Cri cri.
Cuando Ojotas cruzó la puerta del monoambiente una de sus tantas neuronas activas le preguntó a otra neurona activa en que debían pensar; entre él y su amada no se habían puesto de acuerdo en que había que pensar. ¿Cuál era el ejercicio? Una neurona le dijo que googlee. Encontró 157 millones de resultados, en el link de tener suerte no probó.
Se sintió frustrado, no había entendido la consigna en común con Minga.
Siempre supo que Minga entendía mejor la relación. Ahora, ¿qué iba a pensar? ¿en ellos? ¿cómo se piensa en una relación?
Ojotas se bañó y decidió ir a caminar, así hace la gente cuando quiere pensar. Decidió seguir el ejemplo de los actores de películas cuando necesitan pensar.
Se puso una camisa leñadora, no cuadrillé, sino leñadora, con cuadros grises y rojos, cuadros grandes, la leñadora no tenía botones, la llevaba abierta, debajo se veía una remera beige con una inscripción que no llegaba a distinguirse. La leñadora era un talle más que su cuerpo, las mangas le quedaban un poco largas, pero se la arremangó, se puso desodorante Veritas y salió a pensar.
- Buenas- dijo Ojotas a una señora que estaba en el ascensor.
- Hola, linda noche
- Si, está lindo para pensar
- Si, recién vengo de ahí
- ¿Y, qué tal, hay algo?
- Está difícil
- Aja
Mueca de resignación de la señora que acompañaba en ese momento a Ojotas en el ascensor.
- Suerte
- Gracias
Ojotas caminó tanto que se quedó sin ojotas y sin pensamientos.
En cambio, Minga, no dejaba de pensar. Ella sabía la consigna, pero no sabía como resolverla. Llegó a la conclusión de que sola no iba a poder, y ese gran pensamiento la hipnotizó y se quedó dormida.
hoy vistió a Ojotas camisas leñadoras y Veritas terminó de dar el toque. títulos y música del capítulo. http://www.youtube.com/watch?v=zlv1t6MtgMs
3 comentarios:
GRACIAS POR TANTO MINGA!!! NO TE VAYAS!!
Hay un dicho... el que no tiene cabeza tiene pies. Ojotas camina...
ay, ay, ay.... esta minga se me parece tanto...
Amiga, gracias por minga. Y por las ojotas, que devolveré prontito.
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